La adopción de la inteligencia artificial en las empresas conlleva nuevos riesgos en ciberseguridad, destacando la necesidad de medidas protectoras efectivas.

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Adopción de la IA y retos en ciberseguridad

La inteligencia artificial está transformando rápidamente el mundo empresarial. Desde procesos de automatización hasta análisis predictivo, las compañías están adoptando la IA para optimizar su rendimiento y competitividad. Sin embargo, este cambio tecnológico también introduce nuevas vulnerabilidades, especialmente cuando no se implementa con las debidas precauciones en materia de ciberseguridad.

Muchas empresas adoptan soluciones de IA sin involucrar previamente a sus departamentos de IT o seguridad, lo que se traduce en lo que expertos denominan IA en la sombra. Según un informe de Netskope, una parte significativa del uso de IA por parte de los empleados ocurre fuera del control de los responsables de seguridad, lo cual eleva considerablemente el riesgo de fuga de datos, exposición a malware y brechas de cumplimiento normativo.

Usos generativos de la IA y vulnerabilidades

Las aplicaciones de IA generativa como ChatGPT, DALL·E o Copilot se han vuelto populares en entornos laborales para la creación de textos, imágenes, código y más. Aunque ofrecen una alta productividad, también pueden representar amenazas cuando se utilizan sin medidas de protección adecuadas. Los empleados pueden, de forma inconsciente, compartir información confidencial con estas plataformas, que funcionan en la nube y que, en muchos casos, almacenan y reutilizan los datos para entrenar sus modelos.

Además, estas plataformas pueden ser utilizadas para generar contenidos maliciosos, realizar ataques de phishing más sofisticados o desarrollar malware automatizado. Es fundamental comprender que cada acceso no autorizado o uso incorrecto puede comprometer los activos digitales más sensibles de una organización.

IA generativa y plataformas en la nube

El crecimiento del uso de plataformas de IA generativa en la nube es exponencial. En el primer trimestre de 2024, según Netskope, más del 30 % de los empleados de empresas europeas accedieron a herramientas de IA sin el conocimiento o supervisión del equipo de ciberseguridad.

Este fenómeno es preocupante no solo por la pérdida de control sobre los datos, sino también porque muchos de estos servicios en la nube no cumplen con los estándares de seguridad exigidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ni otras normativas internacionales.

El auge de estas plataformas ha hecho que empresas como OpenAI, Microsoft y Google ofrezcan versiones empresariales más seguras. No obstante, si no se configuran adecuadamente, pueden seguir presentando brechas de seguridad que deben ser gestionadas de forma proactiva.

Medidas de protección y recomendaciones

Ante este panorama, es vital que las empresas implementen políticas y estrategias específicas de ciberseguridad para el uso de IA. Algunas recomendaciones clave incluyen:

1. Establecer políticas claras de uso de IA: Se debe definir qué herramientas están aprobadas, bajo qué condiciones y con qué restricciones.

2. Monitorizar el uso de aplicaciones de IA: Utilizar plataformas que detecten y analicen el tráfico hacia servicios de IA en la nube puede ayudar a prevenir usos no autorizados.

3. Formación y concienciación de empleados: La capacitación sobre buenas prácticas y riesgos asociados al uso de la IA generativa es clave para reducir la exposición.

4. Implementar herramientas de prevención de fuga de datos (DLP): Estas soluciones permiten identificar y bloquear el envío de información confidencial a plataformas no autorizadas.

5. Evaluar la seguridad de cada proveedor de IA: Antes de implementar una solución de IA, es necesario realizar una evaluación exhaustiva de su política de privacidad, cifrado, almacenamiento de datos y certificaciones de seguridad.

Conclusión

La incorporación de la inteligencia artificial en las empresas ofrece oportunidades inmensas, pero también requiere un enfoque consciente en cuanto a ciberseguridad. El fenómeno de la IA en la sombra demuestra que muchos riesgos actuales provienen de una adopción descontrolada y sin vigilancia.

Para aprovechar al máximo el potencial de la IA sin poner en peligro los activos digitales de la empresa, es imprescindible establecer controles adecuados, formar al personal y adoptar herramientas específicas de protección. Solo así las organizaciones podrán innovar de forma segura, responsable y sostenible en la era de la inteligencia artificial.

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